Querido Jesús, restaura y renueva la virtud de la humildad en mi corazón
el día de hoy. No dejes que tenga miedo a ser probado en la
humidad, pues comprendo que la prueba en cada virtud es un peldaño
hacia la perfección. Ayúdame a que la humildad y el amor actúen
juntos en mi corazón para que todas las demás virtudes se fortalezcan
y pueda llegar más profundamente a los Corazones Unidos.
Amén.