Padre Eterno, Creador del universo, transforma en este momento presente
mi corazón para que pueda latir en perfecta armonía con Tu
Divina Voluntad. Perdóname por todos los momentos presentes que
he desperdiciado y que no me he entregado a Tu Voluntad. Ayúdame
siempre a cooperar con la gracia que Tú me envías en cada momento
presente. Amén.