Padre Celestial, Creador de todo lo que es bueno, toma dominio sobre
mi corazón. Rindo a Ti cada carga y cada cruz, toda gracia y cada
virtud que pueda tener. Perfecciona mi corazón a través de Tu Divina
Voluntad. Concédeme una sumisión pacífica a Tu Voluntad en todas
las cosas. Amén.