(Decir la oración muy despacio, con mucha fe y
esperanza
y muy concentrados en lo que
se quiere obtener;
orar a san Antonio al menos 13 minutos).
Trece minutos que estaré a tus pies,
padre mío San Antonio,
para ofrecer
mi invocación sentida
ante tu imagen
milagrosa,
de quien tanto espero,
pues bien se ve que tu tienes
poderosas fuerzas divinas para llegar a
Dios.
Así lo revelan tus patentes milagros,
padre mío San Antonio,
pues cuando
acudimos a ti
en horas de atribulaciones,
siempre somos prontamente escuchados.
Hoy que es un día tan grande
llegaran a ti
miles de almas,
que
son tus fervientes devotos a pedirte,
porque sabemos que siempre nos harás
grandes concesiones,
poniendo en primer
turno a los mas necesitados
para que reciban
tus favores.
¡Que consolado me siento
al entregarte mis penas!
Espero santo mío me concedas
la gracia
que tanto deseo
y si me la concedes,
te prometo contribuir con una
limosna
para tus niños pobres.
Tres grandes gracias te concedió el Señor:
"Que las cosas perdidas fueran aparecidas,
las olvidadas recordadas
y las
propuestas aceptadas"
¡Cuantos devotos llegaran a ti diariamente
a pedirte alguna de las tres o
un milagro,
y tu jamás te niegas a
concederlos,
que llegue hoy a ti este mi difícil
deseo
que tan necesitado pongo
a tus pies
yo tu
humilde devoto:
(pedir con gran fe lo que se desea obtener).
Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria.
Hacer la oración trece martes seguidos.
Se enciende una vela blanca cada martes.