Casa de Jerusalén, donde Cristo entró y
el mal al punto salió,
entrando al instante el bien.
Yo pido a Jesús:
que el mal se vaya de …….
(tu nombre o el de otra persona)
y
venga el bien y sanación para él (ella)
por esta santa oración
y
por Cristo nuestro Señor.
(decir con mucha fe y esperanza
el deseo difícil)
Después de pedir lo que se desea
conseguir,
se dice así:
Aquí vengo con la fe de un alma cristiana,
a buscar tu misericordia
en situación tan
angustiosa para mí.
No me desampares,
y la puerta que quiera
abrirse en mi camino,
sea tú
Mano Poderosa la que me la cierre
para no entrar en ella
si no me conviene,
o me la dejes
abierta
si ha de volver
mi tranquilidad
tanto tiempo deseada.
A tus pies dejo esta súplica,
que te hace un alma
obligada por el destino
a grandes sufrimientos,
que ya no puede combatir
si tu
mano poderosa no detiene
la ley de la razón.
Dios mío, perdona los desaciertos
que yo he
cometido durante esta existencia,
la cual llevo
de frente;
dame fuerzas
para soportar
la
amargura de esta vida,
las amarguras de mi vida.
Rezar tres Padrenuestros y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos quince días seguidos.
A los ocho días después de hecha esta oración
normalmente
se obtiene lo que se pide
por muy difícil que sea,
pero
se tiene que hacer 15 días seguidos.
Poner una vela blanca el primer y último día.