”Porque yo, Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel,
Soy
tu Salvador. No temas porque “YO SOY” contigo y fuera de Mí no hay quien
salve.
No os acordéis de las cosas pasadas ni traigáis a la memoria de las
cosas antiguas.
He aquí que Yo hago cosas nuevas, presto saldran a la luz. No las
sabreís?
Otra vez pondré caminos en el desierto y ríos en la soledad” (Isaías
43).
Oración: Por todas estas promesas que me haces,
Dios mío, yo tengo fe y
confianza en tí.
Yo tengo paz.
Alabado sea aquél que todo esto promete y
cumple.
Canto: Dios volvío mi llanto en risa y mi derrota convirtío en victoria.
Oro por aquellos que se alegraron en mi desdicha.
Y que aún hoy, todavía, tratan de dañarme.
Pido misericordia para ellos
porque se están acarreando
grandes tribulaciones.
Dáles Luz, Señor,
para que rectifiquen ahora, cuando aún es tiempo.
Yo vivo en Jerusalen, la ciudad de la Paz, allí encontré mi retiro de tranquilidad!
Esa tranquilidad que ningún ser humano puede perturbar,
porque es la Paz que
me dá la Presencia de Dios en mí!
Mi paz es real, es verdadera, es sagrada!
Gracias Padre que así es!